Absceso cerebral/empiema subdural

también conocido como: absceso cerebral, absceso en el SNC.

¿Qué es un absceso cerebral?

El empiema subdural y el absceso cerebral son infecciones graves del cerebro en las que se acumula pus dentro o alrededor del cerebro, a menudo como consecuencia de sinusitis, infecciones del oído, caries o incluso infecciones urinarias. Estas afecciones pueden provocar dolores de cabeza intensos, somnolencia o convulsiones. A menudo es necesaria una intervención urgente. Por lo tanto, se recomienda una consulta o visita a la sala de emergencias.

¿Qué causa un absceso cerebral?

Los abscesos cerebrales se producen debido a una infección por bacterias, hongos o virus, que se disemina desde cualquier otra parte cercana del cuerpo (por ejemplo, infecciones del oído), a través del torrente sanguíneo o directamente a través de una lesión penetrante en la cabeza.

Los niños con mayor riesgo de desarrollar un absceso cerebral son aquellos que:

  • tienen una infección en las membranas que recubren el cerebro (meningitis);
  • presentan defectos cardíacos congénitos;
  • tienen infecciones crónicas en el oído y en los senos paranasales;
  • tienen infecciones en los dientes y el maxilar;
  • tienen presencia de material extraño que afecta al cerebro  (como derivaciones cerebroespinales);
  • sufren de diabetes;
  • tienen una dificultad congénita o adquirida para combatir infecciones (problemas inmunitarios).

¿Cuáles son los síntomas de un absceso cerebral? 

En bebés y lactantes pequeños, los síntomas incluyen:

  • fiebre;
  • fontanela tensa/abultada;
  • somnolencia y/o irritabilidad;
  • llanto agudo;
  • dificultad para alimentarse;
  • vómitos;
  • convulsiones.

Los niños más grandes pueden presentar:

  • fiebre gradual o repentina;
  • vómitos;
  • dolor de cabeza;
  • convulsiones;
  • rigidez en las extremidades;
  • cambios en la personalidad y el comportamiento;
  • dificultad para hablar y caminar.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para un absceso cerebral?

Dependiendo de diversos factores, el objetivo del tratamiento es diagnosticar y tratar el problema de manera temprana. Es probable que se necesite una hospitalización con antibióticos y otros medicamentos, según las complicaciones presentes, y posiblemente una cirugía.

Luego, puede requerirse fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla para ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial.


Revisado por: Jack Wolfsdorf, MD, FAAP

Esta página fue actualizada por última vez en: octubre 24, 2023 12:14 p. m.

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